Estela de Zibitze (NB) 2007. Pedro Zarrabeitia
Los dibujos geométricos
son la base de la decoración de las estelas discoidales, desde su mismo origen.
La elaboración de figuras geométricas por medio de la regla y el compás ha
constituido el modus operandi de los
fabricantes de estelas de todas las épocas, desde la señalización del punto
central y el trazado del disco para cortar la piedra, hasta el más complicado
dibujo de un dodecágono estrellado, según parámetros de la geometría clásica ya
establecidos por Euclides 300 años antes de Cristo en su obra Los elementos.
Formas tan sencillas
como líneas paralelas, en cruz o en zigzag, arcos y círculos concéntricos,
empleadas en las estelas primitivas, dieron paso a dibujos más complicados como
ruedas, esvásticas, hexapétalas, espirales y entrelazados, hasta llegar a los
pentagramas, hexagramas y demás polígonos estrellados, sirviendo de vehículo de
expresión de las diferentes creencias y dando forma a los símbolos de los ritos
funerarios.
La mayoría de estas
estrellas geométricas se forman a partir de una circunferencia en la que se
encuentran inscritas. Esta es, sin duda, una de las características que
facilita su perfecta adaptación a las estelas discoidales.
Las principales formas
geométricas que han ocupado las estelas vascas, han sido la flor de seis
pétalos o hexapétala, desde tiempos prehistóricos, la cruz de brazos
divergentes curvos, también de probable origen precristiano y las estrellas o
polígonos estrellados de cinco, seis y más lados, asociadas en Euskal Herria a
épocas medievales y posteriores. La hexapétala, signo solar por excelencia, se
ha incluido en el capítulo de Símbolos
astrales y las cruces de Malta y similares forman parte del capítulo La cruz en las estelas. En el presente capítulo
exponemos una selección de estrellas poligonales, entre las que destacan
especialmente el pentagrama o pentalfa y, sobre todo, el hexagrama o sello de
Salomón.
Pentalfa
El polígono estrellado
de cinco lados, pentalfa o pentagrama, viene envuelto desde la civilización
griega en un halo de misterio, relacionado con las corrientes religiosas y
filosóficas de carácter esotérico y ocultista y con la alquimia, la magia y la
astrología. Está considerado como el símbolo de la perfección, ya que encierra
en sus medidas la sección áurea o
proporción divina, el valor j = 1,618 de la relación entre segmentos
de determinadas figuras geométricas, como el pentágono, que ha sido considerado
en la antigüedad como el patrón de belleza y armonía en las obras de arte.
Ignoramos hasta qué punto han podido influir tales características en su
inclusión en las estelas vascas -¿misticismo, protección, signo gremial?- pero
no hay duda de que les aportan un toque de misterio y belleza.
Sello de salomón
El hexagrama o estrella
de seis puntas, formado por dos triángulos equiláteros contrapuestos, es otro
de los símbolos destacados dentro de la iconografía de las estelas discoidales.
Llamada indistintamente estrella de David o sello de Salomón, participa,
también, de todas las leyendas y simbolismos de las ciencias ocultas,
cabalísticas y esotéricas. Aparte de la facilidad y atractivo estético de su
trazado dentro de la circunferencia de la estela, y de la posibilidad de
integración de otros signos tradicionales como cruces y hexapétalas en su zona
central, ese carácter de talismán o símbolo protector que se le ha atribuido,
ha podido contribuir a su difusión extraordinaria en el mundo de las
estelas.
Otras estrellas
Del conjunto de 1150
estelas estudiadas por el autor, cerca de un 10 % corresponden a ejemplares con
algún tipo de estrella en su decoración. Se reparten casi por igual el número
de estelas con pentalfas, el de estelas con el sello de Salomón y el resto.
Entre estas últimas figuran principalmente estrellas de ocho y doce puntas. Se
ha considerado que las coronas estrelladas de más de doce puntas forman parte
con más propiedad del conjunto de símbolos solares que del de las estrellas
geométricas, así como algunas filigranas con forma de estrellas de lados curvos.
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